APUNTES CIUDADANOS: CHARLES EL BOXEADOR

Ilustración: CHARLES CHAPLIN. EL CAMPEÓN (1915)

“(…) Metáforas de Lichtenberg: Los motivos que para obrar tenemos los hombres podían ordenarse del mismo modo que los 32 vientos (temas de un compás) y recibir una denominación análogamente compuesta; por ejemplo: pan-pan-fama o fama-fama-pan”. [2]

 

Sigmund Freud (1856-1939)

 

Posiblemente Charles Chaplin, desde los inicios del cine, sigue siendo en la actualidad el mayor creador amalgamando al humor y sus comentarios irónicos sobre algunas de las nefastas consecuencias del autoritarismo, la economía y la política, por lo que fue perseguido por los poderes públicos de USA, su país por opción.

Fue en una época sombría de intentos por imponer un pensamiento único donde en un sector de la humanidad estaba dividida en dos grandes bloques.

Además, bien entrados en el Siglo XXI, la violencia armada invasora por parte de un autócrata a la población democrática ucraniana nos demuestra la fragilidad de las sociedades tal lo señalado con gracia inteligente por el genio de los comienzos del cine.

CHARLIE

Se ocupó particularmente, entre otros, de los desempleados, los despedidos arbitrariamente, la miseria humana, la infancia callejera, el trabajo infantil, la discapacidad, las burlas hacia los que menos tienen, el alcoholismo, los dictadores, el autoritarismo, la sumisión, la violencia ejercida por los poderes públicos, etcétera, como los que en medio de grandes y prolongadas crisis sociales dilapidan fortunas personales en grandes fiestas, la ostentación de elementos suntuarios, las guerras, el creerse anodinamente que la historia es la única que los puede juzgar o que los resultados electorales anulan a los procedimientos judiciales, la impunidad eterna, etcétera.

FINO ESPECIALISTA

Ejerció el humor como los antiguos comediantes griegos y romanos que representaban ante el pueblo las consecuencias de las decisiones de las autoridades y su modo de vida.

Con extrapolar los personajes y algunas situaciones fácilmente podríamos reírnos en la actualidad.

Entonces, bien vale la pena recordar su opinión: “La vida es un juego que no permite prueba. Por lo tanto, canta, llora, baila, ríe y vive intensamente, antes que el telón se cierre y la función termine sin aplausos”.

POR EJEMPLO

En su célebre “Luces de la ciudad” (City Lights) (1931) inicia la ficción largo metraje de 1:27 horas, con la memorable escena de un hombre muy pobre y su fiel perro, cuando comparten la escasa comida disputándose que sea el otro quien se alimente magramente.

Esa sola secuencia vale la pena verla hoy en día, en familia, entre amigos, docentes y alumnos, etcétera.

Aunque es probable que los especialistas en deportes como los periodistas, docentes en educación física, etcétera, la conserven como tesoro en sus respectivas bibliotecas.

Charlie Chaplin la ideó, dirigió, protagonizó, compuso su música además de ser el autor del libreto. Está considerada como la onceaba mejor película estadounidense de toda su historia (2007). [3] [4]

Una vez más desarrolló un relativo extenso y humorístico encuentro boxístico y varios pasajes en el vestuario: organizador, entrenadores, postulantes a quedarse con la bolsa, arreglo de resultados, etcétera.

Gran parte de los 87สน minutos nos recuerdan a “El campeón” (The Champion) (1915), superándose en varios aspectos en cuanto al humor y producción; la inteligente secuencia de la campana es de antología.

También es destacable el desarrollo ético de Charlot que con varias pinceladas nos adentra en la evolución de un personaje extraordinario mientras que, por ejemplo, queda atrás el millonario alcohólico y suicida. [5]

Busca ganarse la vida trabajando inclusive barriendo en las calles bosta equina que dejaban en cantidad los caballos, hasta que llega un enorme elefante. (Esa parte es particularmente graciosa).

En comunidades donde, sin fundamentos, está desacreditado el mérito personal y se hace alarde de la improvisación incluyendo dislates públicos, como el facilismo de vivir sin trabajar, verlo al limpiador de calles nos permite, al menos, reflexionar.

El personaje también es acusado injustamente de ladrón y es encarcelado varios años, siendo una severa crítica al Poder Judicial.

El protagónico principal femenino es una muy bella mujer con discapacidad visual total, que vende flores, sin resguardo, en una calle muy concurrida, aunque está en condiciones de quedarse sin techo por falta de dinero para pagar una deuda sobre la modesta vivienda que comparte con su anciana madre, completando todos los ingredientes clásicos de un melodrama y que lo podemos encontrar en los medios de comunicación social de ayer o mañana.

De ahí que parte de la excelente música incidental incluyen arreglos sinfónicos del cuplé “La violetera” (París, 1914) del exitoso compositor español José Padilla Sánchez (1889-1960), que fue excluido de los créditos generando un largo juicio por los derechos de autor que lo ganó.

Salvando algunas distancias del tiempo, la romántica escena final continúa siendo emocionante.

EN FIN

Habrá quienes siguen afirmando que no tienen tiempo para nada pues están muy ocupados e incapacitados de por vida para recrearse con el teléfono celular apagado, aunque sean dos o tres horas por semana.

Así mismo, otros o los mismos, aducirán que hay tantas novedades por ver que no hacerlo totalmente podrían quedarse al margen de algunas conversaciones, aunque esos intercambios de monólogos poco agreguen conceptualmente.

Cada uno debe resolver los propios dilemas, incluyendo los falsos pues, muchas veces, es cuestión de priorizar con algún criterio.

La suerte está echada (Alea jacta est) de cada individuo responsable de sus decisiones, como Cayo Julio César, (100 a.C.-44 a.C.) aun viviendo con muy altas tasas de inflación, meras disputas por el poder de los que fueron votados juntos por los electores dado sus promesas electorales, incremento del menoscabo a quienes producen o brindan servicios, etcétera.

[1] Coordinador General de las Comisiones Temáticas, Convención Constituyente de la Ciudad de Ushuaia. Resolución PCCM N° 003/2001. (2001-2002). 
[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1075. Madrid, España. 1973.
[3] Instituto Estadounidense del Cine (American Film Institute).
[4] Mejor película romántica en el Registro “AFI's 10 Top 10”.
[5] Interpretado por el prolífero Harry C. Myers (1882-1938).

Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor.