Obras y medidas para intentar mejorar la captación de agua en El Calafate
Cortijo explicó la situación actual del abastecimiento de agua. Señaló que se reforzará la captación de agua en el lago Argentino, aunque admitió que las bombas que se están comprando no llegarán a tiempo para garantizar totalmente el abastecimiento. Llamó a hacer uso racional del agua.
El presidente de Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE), Matías Cortijo, explicó los problemas que enfrenta El Calafate en el suministro de agua potable y detalló las obras y medidas proyectadas para mejorar el sistema.
Cortijo señaló que la principal dificultad está vinculada a la actual toma de agua del Lago Argentino, que quedó muy superficial. “En estas grandes bajantes (…) las bombas de agua pierden succión, entonces hay que ir apagándolas y eso hace que alimentemos menos agua al sistema y no podamos abastecer constantemente”.
Para resolverlo, anunció que se construirá una nueva toma más profunda. Los materiales ya fueron adquiridos, aunque las bombas se encuentran en proceso de licitación, lo que demoró la puesta en marcha antes de esta temporada.
Un consumo muy por encima del diseño de la planta
El otro gran problema es el nivel de consumo de agua potable en la villa turística. Según Cortijo, la planta local fue diseñada para 250 litros diarios por persona, pero actualmente el consumo es casi cinco veces mayor:
“Hoy estamos teniendo 1.200 litros por persona por día. Con 27 mil habitantes, Calafate está consumiendo la misma cantidad de agua o más que Río Gallegos”.
El principal motivo es el uso intensivo para riego domiciliario. Ante esto, la empresa apelará a la colaboración vecinal para moderar el uso, con una campaña de concientización.
Otras medidas
Consultado sobre cortes programados, el titular de SPSE descartó que se planifiquen de antemano. Explicó que las interrupciones se aplican solo cuando una cisterna alcanza niveles críticos:
“Si la cisterna llega a un mínimo, la cerramos hasta que recupere volumen. Si dejamos que se vacíe, todo entra a las cañerías y después aparecen problemas sanitarios”.
Además, anticipó que se trabaja junto a estudiantes de la Escuela Industrial en un proyecto de telemetría y automatización para que las cisternas puedan regularse de manera automática según el nivel de agua.
Las zonas más afectadas por estas dificultades son los barrios altos, abastecidos por las cisternas Huyliche y Anita, donde el suministro resulta más complejo.