Más de la mitad de las provincias del país se encuentran afectadas por focos de incendio, que en el 95% de los casos fueron provocadas por la acción humana, según datos del Servicio Nacional del Manejo del Fuego del Ministerio de Seguridad de la Nación.

De acuerdo con la información oficial, se trata de 48 focos ígneos en 14 provincias, de los cuales 23 están activos, 11 fueron contenidos (su propagación se detuvo, pero sigue habiendo focos activos), 11 están controlados (no hay posibilidades de rebrote), 2 quedaron circunscriptos (etapa previa al control) y 1 se encuentra en guardia de cenizas (previo a la extinción total).

Las provincias afectadas

El informe del Servicio Nacional del Manejo del Fuego indica que al 2 de octubre de 2020 se registran 48 focos ígneos en 14 provincias. La jurisdicción con más casos declarados es Jujuy, donde existen 9 incendios, de los cuales 4 se encuentran activos, 4 están controlados y 1 circunscripto.

En tanto, en Córdoba existen 8 casos que afectan a 18 localidades, pero sólo 3 de ellos se encuentran actualmente activos: otros 4 están contenidos y 1 en guardia de cenizas. La provincia de Catamarca también cuenta con 8 focos ígneos (1 sigue activo, 4 están contenidos, 2 circunscriptos y 1 controlado).

En tanto, en Salta y Tucumán persisten 5 focos de incendio, Santa Fe y Entre Ríos comparten 3 casos en la zona de islas, mientras que San Luis, Corrientes y Chaco cuentan con 2 casos en cada jurisdicción. Finalmente, también se presenta 1 caso en Buenos Aires (controlado), La Rioja (controlado), Misiones (activo) y Santiago del Estero (controlado). 

Responsabilidad humana

De acuerdo con los datos oficiales, el 95% de los incendios forestales “son producidos por intervenciones humanas”. Las causas más habituales de los siniestros son “la preparación de áreas de pastoreo con fuego; fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas y el abandono de tierras”.

En estos casos, “los factores climáticos como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes inciden en su propagación”, pero no fueron el factor inicial de los incendios. 

El secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky, dijo a Chequeado que “la mayoría abrumadora de los incendios son de origen humano”. Y agregó: “En el Delta [N. de la R.: donde actualmente existe un foco activo], creemos que la mayoría o la totalidad fueron provocados, no casuales ni accidentales. Inferimos que la motivación fue la limpieza de terrenos para la producción ganadera o agrícola”. 

Consultado por este medio, Manuel Jaramillo, director de la ONG Vida Silvestre, consideró que “el cambio climático contribuye a generar situaciones extremas, como temperaturas altas y sequías, que permiten que cualquier foco ígneo se transforme en un incendio”.

En cuanto a los efectos en el ambiente, el informe del Servicio Nacional del Manejo del Fuego sostiene que los incendios provocan “una alteración significativa en el sistema natural que provoca la pérdida de biomasa, estructura vegetal, fragmentación de hábitats y pérdida de especies endémicas de la región”. En esta nota de Rosario3 se puede ver mediante fotos satelitales cómo queda afectada una zona que es atacada por las llamas.

Respecto de la fauna, el informe oficial destaca que “la destrucción de los hábitats afecta fuertemente a las especies con menor movilidad, otras escapan del incendio refugiándose en otros sitios. A su vez, generan una presión sobre el nuevo ambiente en el que se refugian y provocan desequilibrios en el ecosistema”. 

Récord de alertas

El último informe nacional de peligro de incendios de vegetación, realizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible destacó que agosto fue un mes récord en la emisión de pronósticos especiales para incendios: se produjeron más de 300 alertas, cuando usualmente el promedio es de 35.

En agosto último, la Dirección de Evaluación de impacto ambiental y Análisis de Riesgo Ambiental de la Nación recibió el reporte de 284 incendios forestales, que abarcaron un área de 242.873 hectáreas. En julio último, el organismo dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible había informado sobre 241 hechos que afectaron a más de 79 mil hectáreas.

Foto: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Nota Chequeado