Tal como lo viene contando HOSTELTUR desde el inicio de la pandemia, el turismo de reuniones ha sido uno de los segmentos más afectados y, por lo tanto, también fue uno de los que mayores innovaciones debió implementar para adaptarse y seguir adelante a la espera de la nueva normalidad.

Quizás la más conocida y difundida de las herramientas fue la aparición de los eventos virtuales, que dio lugar también a la oferta de eventos híbridos. Pero la evolución no queda ahí, y hoy existen innumerables variantes, tanto en formatos como en espacios. Por ejemplo, el último Congreso de la ICCA, en Taiwán, fue híbrido, pero también incluyó hubs en otros lugares del planeta (como en Europa), es decir, otras reuniones en otros espacios, pero que forman parte de la misma reunión.

Este escenario plantea enormes desafíos para los destinos, a la hora de medir y organizarse. ¿Puede ser considerado un “evento” en términos formales a una reunión realizada en un parque o plaza, con sus asistentes siguiendo charlas a través de auriculares? ¿Entra en la categoría una reunión de peluqueros de una región o provincia que se hace frecuentemente, pero tal vez no alberga a tantos asistentes?

Hace unas pocas semanas, HOSTELTUR entrevistó a Adrián Ghiglione, secretario de Deporte y Turismo de la ciudad argentina de Rosario, quien señaló que en el marco de la pandemia se encontró autorizando como “evento” distintos remates de ganado que congregaban participantes de distintas provincias. ¿Entra esto en los cánones tradicionales del segmento?

La nueva normalidad requiere una gran capacidad de adaptación por parte de los gobiernos y de los empresarios.

Según lo informó el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) de la Argentina, esta semana se llevó a cabo una reunión del llamado “Equipo País” del segmento, unido en el Observatorio Económico de Turismo de Reuniones, conformado por ese organismo, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Asociación Argentina de Organizadores y Proveedores de Exposiciones, Congresos, Eventos y Burós de Convenciones (AOCA).

La reunión, liderada por el secretario ejecutivo del Inprotur, Ricardo Sosa, tuvo como objetivo determinar cuáles deben ser esos cambios metodológicos en la validación estadística de los eventos de turismo de reuniones en todo el país, “en beneficio de las provincias”, que frecuentemente colaboran en la medición e impacto económico de los congresos, convenciones y ferias.

Junto a Sosa, se sentaron a la mesa de trabajo el presidente de AOCA, Fernando Gorbarán; el director ejecutivo de esa entidad, Matías Sket; el director de Productos del Inprotur y exmiembro de Board de la ICCA, Pablo Sismanian; y los representantes del Observatorio de la UBA, Pablo Singerman y Camilo Makon.

En ese aspecto, se establecieron mejoras en la clasificación de reuniones según categoría; en la caracterización de acuerdo al tipo de reunión y tipo de rotación; un nueva definición de reuniones bajo el alcance del Observatorio en cuanto a duración, cantidad de asistentes y porcentaje de visitantes; una nueva metodología de carga; nuevos requisitos para la validación de eventos; y se estableció el calendario de capacitaciones sobre estos temas a partir de mayo próximo, en formato virtual (más adelante se realizarán Encuentros Regionales presenciales).

Finalmente, Sosa afirmó: “Sobre la experiencia de trabajo durante varios años, continuamente se analizan las tendencias, sugerencias y experiencias para introducir cambios que eficienticen el ámbito y consecuentemente brinden mejores resultados, como los que logró Argentina al convertirse en el principal país organizador de congresos de América Latina en el ranking que elabora la ICCA”.

Vale recordar que en 2019, último año de medición plena antes de la pandemia, Argentina se había consolidado globalmente en el top 20 de países del Ranking ICCA, siendo efectivamente el líder en América Latina; mientras que Buenos Aires, su capital, se afianzó como la ciudad número uno del continente, al borde del top 10 mundial.

Roland Klempert - Hosteltur.