Dentro de un palpable clima de celebración respecto a la aprobación de la Ley de Etiquetado Frontal, en el programa “Ronda de Salud”  la profesional se explayó sobre algunos de los puntos claves de dicha normativa, que ponen en evidencia a los productos con exceso de azúcar, sodio y grasas saturadas.

La licenciada Aguilar señala el hecho como un “primer paso” a la rápida advertencia que supondrían estas etiquetas a la hora de enfrentarnos en una góndola a un producto alimenticio o bebida no alcohólica, siendo estos octógonos negros quienes determinen si ese alimento es saludable o no, de una manera rápida y sencilla. Entre los avisos mencionados también se profundiza sobre el uso de edulcorantes y cafeínas, no recomendables para niños.

Aguilar citó además el resultado de la última encuesta de nutrición y salud del 2018 que muestra elevados porcentajes de sobrepeso en población infantil y juvenil. 

Esta tendencia es ratificada a nivel local, ya que los datos del último PROSANE, de 2019, indican que el 60 por ciento de los chicos tiene algun grado de sobrepeso.

Datos que refuerzan otro punto de la norma, el de prohibir productos que contengan alguno de esos sellos en quioscos escolares y fomentar un “entorno saludable” al menos en ese ámbito.

Concluye que “la alimentación tiene que ver con el hábito”, remarca la importancia de nuestra autonomía como consumidor y el derecho a elegir, a estar informados y a la salud.