ILUSTRACIÓN: REVISTA TOPAZE. NÚMERO 1. SANTIAGO, CHILE. 1931

“No hay ética sin humor”. [2]

Javier Sádaba (1940)

Con gran frecuencia, en la historia chilena encontramos una clara incidencia de los emprendimientos económicos de origen privado, tanto en lo individual como en grupos asociados con fines productivos, sin incluir en los respectivos planes de negocios a subsidios públicos con recursos aportados mediante impuestos.

Esta cuestión, casi siempre, les ha permitido una clara y saludable diferenciación con los partidos políticos, gobernantes circunstanciales, etcétera.

El mérito individual y grupal es valorado socialmente.

UN EJEMPLO EXITOSO

La valiosa revista semanal “Topaze” (1931-1970), con algunas discontinuidades, cumplió cabalmente con su cometido en cuanto a difundir humor político inteligente, fundamentalmente con trabajos gráficos.

Su mentor principal fue el multifacético [3] humorista y periodista Jorge Délano Frederick (Coke) (1895-1980).

Comenzó en medio de las muy negativas consecuencias económicas, sociales y políticas iniciadas en la crisis estadounidense de 1929, que pronto se expandió a muchos países, sumándose la devastadora II Guerra Mundial.

En sus inicios, las editoriales semiserias fueron firmadas por el Profesor Alberto Topaze Cambiazo.

Fue una publicación autónoma aunque en un período fue suplemento de "La Tercera", (1989-1996).

Topaze en francés significa topacio que es un mineral, considerada una piedra preciosa, encontrada originalmente en la isla de San Juan, (Topazios), ubicada en el Mar Rojo, que actualmente integra Egipto.

Este emprendimiento periodístico de iniciativa privada, como otros más, fueron una muy importante oportunidad laboral para numerosos dibujantes dedicados al humor político, como René Rodolfo Ríos Boettiger (Pepo) (1911-2000) con sus muy divertidas caricaturas del presidente (1946-1952) Gabriel Enrique González Videla (1898-1980).

El político trató de censurar a la publicación pero fracasó judicialmente, convirtiéndose así en un valioso antecedente de la libertad de expresión y del ejercicio del derecho ciudadano a acceder a la información.

ADEMÁS

Arturo Alessandri Palma (1868-1950), dos veces presidente (1920-1925 y 1932-1938), la censuró en varias oportunidades, como la aberrante suspensión desde el 9 de agosto de 1933 hasta el 4 de abril del año siguiente.

Asimismo fueron secuestrados los números 260 y 285 que hoy son ejemplares muy codiciados por los coleccionistas mientras que los autoritarios son generalmente repudiados. [4]

En 1941, el célebre y exitoso dibujante estadounidense Walt (Elias) Disney, (1901-1966) [5] durante su estada en Chile, es agasajado por la directiva de Topaze, afianzando así su impronta social.

Cabe recordar que durante ese viaje por varios países del Cono Sur surgieron películas destinadas al mercado latinoamericano: “Saludos, amigos” (1943) y “Los tres caballeros” (1945), donde se incluyeron al mismo tiempo actores, actrices y dibujos animados como novedad cinematográfica; técnica que en el Siglo XXI sigue plenamente vigente, altamente apreciada por público de distintas edades.

UN CABAL EQUIPO

El proyecto editorial comprendió, desde el principio, que sus páginas y ventas estuvieran estrechamente relacionadas con quienes confluyeran con su arte; la calidad de los aportes fueron siempre la fuerza de venta de la publicación.

En ese sentido es válido recordar que el lema de la publicación fue “Dios los cría …”.

Entre otros citamos a Manuel Augusto (Mono, Hulk, Cordero, etcétera) Tejeda Oliva, (1909-1974), Juan Gálvez Elorza (Fantasio), (1909-1971), Renato Andrade (Nato), (1921-2006), el ya citado René Ríos Boettiger (Pepo), Hernán Vidal (Hervi), (1943), etcétera.

Así mismo es importante señalar que surgieron competidores pero sus existencias fueron relativamente breves como, por caso, “El Debate”, periódico satírico que alcanzó 22 ediciones, en 1939.

MIRANDO CON HUMOR

Cabe recordar que hasta que cuando se reconoció el derecho de los autores a percibir ingresos por sus contribuciones comercializadas, el grueso de las ganancias se las quedaban los imprenteros y revendedores que las difundían.

Hoy subsisten algunas prácticas asimétricas, como los políticos enriquecidos por sus preocupaciones por los pobres.

“Otro editor, hace unos años, dirigiéndose a un grupo de escritores, les aconsejó solemnemente que contaran con otro medio de vida además de la literatura. No se me aseguró entonces, y no se me asegura ahora, que los editores crean necesario contar con otro medio de vida, además del negocio editorial”. [6]

[1] Expositor especialmente invitado en el “VII Seminario Ibero Latinoamericano sobre Discapacidad e Información”. Real Patronato de Prevención y de Atención a las Personas con Minusvalía de España. Río de Janeiro, Brasil. (1992). 
[2] Sádaba, Javier. La Razón. Madrid, España. 18 de mayo de 2014.
[3] Fue además hipnotizador, parapsicólogo, escritor, cineasta (“Norte o Sur”, primera película chilena sonora), escritor, etcétera. Recibió numerosos premios como el Nacional de Periodismo (1964).
[4] Los ejemplares fueron quemados en una repartición pública (Policía de Investigaciones) que, al ser descubierta generó un significativo escándalo político que derivó, entre otras cuestiones en el cambio del gabinete de ministros del presidente Arturo Alessandri.

El número 260 incluyó una inteligente y divertida caricatura que provocó la ira del presidente de la República, titulada con la frase modificada de Marcelo, el centinela nocturno en Hamlet de Shakespeare: “Huele mejor en Dinamarca”. “Algo huele a podrido en Dinamarca” (Something is rotten in the state of Denmark), mientras a disgusto del príncipe hay quienes se divierten ruidosamente mientras él lleva luto riguroso por la muerte del Rey; posiblemente los festejos son de su viuda que ya está con su cuñado.

Podría ser equivalente a las fiestas clandestinas e ilegales en la residencia oficial de la presidencia de Argentina, durante la estricta cuarentena.

Los festejos privados, al anochecer y más tarde, fueron financiados con el dinero aportado por los contribuyentes para otros fines muy distintos, mientras fallecían decenas de miles de personas sin haberse podido vacunar, altas tasas de inflación, desempleo, malnutrición, emprendimientos privados fundidos, etcétera.
[5] En varias oportunidades su obra obtuvo el apreciado Premio Oscar otorgado por votación de los mientras de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (Academy Award).
[6] Bierce, Ambrose. El humor de Ambrose Bierce. Páginas 113 y 114. Editorial Brújula. Buenos Aires, Argentina. 1968.

Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor