Opinión Alejandro Rojo Vivot - Escritor 10/07/2025

CARTAS ORGÁNICAS: LA CORRUPCIÓN Y SUS ABERRACIONES

La corrupción es un flagelo en nuestras sociedades que lamentablemente dañan la democracia. Por eso la participación ciudadana es muy importante de cada uno para que, ojalá pronto, alguna ciudad de Santa Cruz comience a desandar el camino hacia una carta orgánica. Por Alejandro Rojo Vivot.

Victor Hugo. Biblioteca Nacional de Francia

La ley se hace para todos,/ mas sólo al pobre le rige. (1091)

La ley es tela de araña/ en mi inorancia lo esplico:/ no la tema el hombre rico,/ nunca la tema el que mande,/ pues la ruempe el bicho grande/ y sólo enrieda a los chicos. (1092)”.

 

José Hernández (1834-1886)

 

Posiblemente la institución más perversa, junto a los sistemas dictatoriales de todos los signos ideológicos, fue la Inquisición. Esta organización de la Iglesia Católica que persiguió y ajustició sistemáticamente a sus enemigos por razones de conciencia, también prodigó todo tipo de prácticas corruptas. Asimismo, lo fueron los poderes públicos colonialistas que adujeron su misión de civilizar a los habitantes originarios de muchas regiones. A manera de ejemplo, y recurriendo a la ficción literaria, transcribimos lo que, en 1991, relató Marcos Aguines de la América de principios de 1600:

“-Todo un arte. Desde que se desempeñaba como oidor de la Audiencia empezó a tejer una metodología según la cual, a cambio de su favor, desliza obsequios a su faltriquera en forma disimulada.

Pero sí hizo pregonar durísimas sanciones contra quienes intenten sobornar a parientes o criados de las autoridades.

Justamente. Es un genio. Pregona lo contrario de lo que hace. Oponiéndose a todo favor, ha conseguido que los vecinos empiecen a comprarle el favor.

Hay que atreverse.

La desesperación incendia la imaginación, mi amigo. Quien solloza a sus pies rogándole piedad, recibe una onda sutil que lo ilumina. Entonces deja de sollozar y empuja con gran disimulo hacia la distraída faltriquera de don Cristóbal petacas de filigrana, joyas o pesos –llenó su boca con pasas de uva-. Como soy chismoso, escucho y registro.

Que nunca don Cristóbal ‘se entera’ del soborno: no lo ve, no lo huele, no lo escucha. Es algo que ocurre entre el peticionante lloroso y su faltriquera honda. Ni una palabra, ni un gesto que lo comprometa. ¿El obsequio fue generoso y operativo? El donante lo sabrá por el curso de su trámite. (...)

Es el poder centralizador el que desemboca siempre en la corrupción. Aquí sobresale la figura del gobernador, allí la del virrey. Su rendición de cuentas es tan indirecta y tardía que se pueden permitir lo que quieran. Y el que no aprovecha estas ventajas no se considera honesto, sino imbécil. ¿Cómo no robar si te ofrecen la tentación en bandeja de oro y con garantías de impunidad prolongada?

Pero las sanciones morales no esperan tanto.

Francisco: en las Indias preocupan más las condenas de la sociedad que el peso de la conciencia.

Esas palabras me sacudieron. Ataban muchos cabos flotantes. Era un punto que me sacaba de quicio. Relacionaba mi vida, mi familia, las autoridades, la Inquisición, el aprendizaje, la conducta, mis reflejos. ‘El fallo de la conciencia’... el gran ausente. Juan tenía razón: no sólo en las Indias: posiblemente en todo el imperio español y más allá aún. Por eso el espectáculo y la hipocresía de los que hablé con Joaquín del Pilar y con mi padre. Aparentar, porque así se logra la única calificación que importa: la exterior, la social. Representar la justicia, la ética, la piedad. Los méritos son externos y ruidosos, para ganar fama (también externa) que incluso dure más allá de la muerte. De ahí tanto discurso floripóndico, títulos falsos y hazañas ficticias. Una costumbre consolidada, perversa. Se critica el apego al dinero, pero se lo busca violentamente. Quien critica es un santo, pero quien lo gana es un héroe. Los santos no destrozan a los héroes ni éstos a los santos: formalizan una secreta alianza mediante la cual cada uno deja crecer al otro; ni el santo malogra la codicia (pese a sus sermones) ni el codicioso descalifica al santo (pese a sus actos). Don Cristóbal de la Cerda puede ser reprochado por el obispo, pero este mismo prelado lo apoya para que sea gobernador efectivo. Y lo deben apoyar muchos que dicen escandalizarse por sus transgresiones, porque las transgresiones del gobernador son las ventajas de los vecinos. Cuando esta mecánica funciona, se prefiere a un corrupto que se guarda las coimas y regala beneficios que al hombre honesto. En una sociedad viciada el hombre honesto no es reconocido como el guardián de la virtud, sino como el asqueroso perro del hortelano que no come ni deja comer”. (1)

Observemos como el destacado y prolífico autor argentino nos presenta el continuo contraste entre la ética sustentada y el accionar como, también, la construcción de valores sociales donde predominan los supuestamente observados como negativos, hasta tal extremo que la honestidad es condenada.

SIGLO XXI

Por lo menos en Argentina, en las últimas décadas desaprovechadas, son frecuentes los actos autoritarios que buscan prevalecer el pensamiento único: vamos por todo, la justicia por la propia mano, las vengativas destrucciones de bienes públicos y privados, etcétera, mientras ciertos empleados públicos lejos de trabajar realizan tareas espurias.

Los proyectos personalistas para perpetuarse en el poder son unos cuantos, inclusive amañando normas o aprobando normas sin respetar el respectivo Reglamento parlamentario.

Santa Cruz, con multimillonarios juicios por malversación de recursos públicos, en 2025 sigue sin ninguna ciudad, habilitada constitucionalmente desde 1957, con su respectiva Carta Orgánica.

Tampoco hay debates públicos al respecto como si el acostumbramiento anómalo primara sobre el desarrollo institucional de la Democracia.

Así mismo, la extendida anomia se puede observar en el desinterés de muchos por votar en las sucesivas elecciones, mientras otros son favorecidos por la continuidad en el poder sin alternancia se ningún tipo.

¿Por qué las demás provincias patagónicas cuentan con cartas orgánicas, algunas desde hace más de 20 años?

La capacitación ciudadana es fundamental para favorecer el involucramiento de los vecinos en la construcción participativa del desarrollo democrático e integral.

El debate está abierto.

 

NOTA

Alejandro Rojo Vivot, en diversas oportunidades, brindó cursos cívicos en El Chaltén, Provincia de Santa Cruz.

1) Aguinis, Marcos. La Gesta del Marrano. Planeta. Tercera edición. Páginas 309, 310 y 311. Buenos Aires, Argentina. Febrero de 1992.

Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor

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