Tras el receso de invierno, volvió a sesionar el Concejo Deliberante de El Chaltén. Los ediles aprobaron por mayoría la donación de tierras de un particular para que se habilite un cementerio parque en la margen opuesta del Río de Las Vueltas. 

La falta de espacio para un camposanto era una de las carencias de este pueblo fundado en 1985 y que tiene mayoría de gente joven. Sin embargo antes de la creación de la localidad ya había pobladores que ya son ancianos. 

Algunos de ellos fallecieron, como el caso de Juan Díaz, un pionero del lugar. Hace 7 años debió ser enterrado en la Punta Norte del Lago Del Desierto, sin que se le pueda cumplir su voluntad de descansar en el pueblo. 

Otros vecinos de El Chaltén fallecieron y sus restos tuvieron que ser enterrados en El Calafate,  Piedra Buena, Río Gallegos o Buenos Aires. O inclusive debieron ser cremados.

Uno de los ejemplos mas destacados es el de Raúl Andrade, primer intendente municipal de esa localidad, que falleció el 26 de octubre del año pasado en Río Gallegos. Sus restos están enterrados en la capital provincia. 

Lápidas de granito, nada de mausoleos y/o nichos. Esos son algunas de las condiciones que puso Diego Miguens, vecino y empresario que donó cerca de media hectárea, ubicada en la margen opuesta del río de las Vueltas. 

El cementerio estará habilitado para la sepultura de los vecinos de El Chaltén y también para los escaladores o deportistas de montaña de cualquier parte del mundo siempre y cuando hayan fallecido en esta región, aclaró el presidente del Concejo Deliberante, Andrés Zella, en FM Dimensión. El edil agregó que está pendiente una ordenanza que reglamente el funcionamiento del cementerio.