Desde la reapertura turística gradual que comenzó en Santa Cruz a partir del 05 de diciembre de 2020 en las localidades de El Calafate y El Chaltén, hasta el 30 de abril de 2021 se autorizó a un total de 105.339 viajeros a hacer turismo por la provincia. 

Como principal destino turístico,  El Calafate concentró el 60% de los visitantes, seguida por El Chaltén (23%) y más atrás Río Gallegos (4%).

Un 40% del total de personas autorizadas para hacer turismo fueron santacruceños, mientras que los restantes provinieron principalmente de la Provincia de Buenos Aires, C.A.B.A., Santa Fé y Córdoba, entre otras. 

La acotada temporada estival representó además una prueba de los protocolos que se diseñaron y ejecutaron frente a la pandemia de Covid-19. Los resultados fueron concluyentes y categóricos.

PABLO GODOY - SECRETARIO DE TURISMO DE SANTA CRUZ - FM DIMENSION

“Con el compromiso de todos los prestadores de servicios y el trabajo de los municipios, tuvimos más de 100 mil desplazamientos entre enero y abril. Y con el monitoreo que se hizo conjuntamente con el Ministerio de Salud, no hemos identificado brotes de Covid-19 por estos desplazamientos”, afirmó Pablo Godoy, Secretario de Turismo de Santa Cruz.  

En entrevista con FM DIMENSION de El Calafate, el funcionario provincial indicó que ese es uno de los argumentos utilizados para solicitar al Gobierno Nacional que autorice la actividad turística en las vacaciones de invierno, que será el próximo mes. 

En tal sentido y como ya informó AHORA CALAFATE,  las provincias patagónicas presentaron una nota en la reunión del Consejo Federal de Turismo, solicitando previsibilidad en la definición sobre el tema.

En esta semana se esperan definiciones. Godoy adelantó que el Ministro Matías Lammens dijo “que nos quedemos tranquilos que va a haber vacaciones de invierno, y que vamos a tener la oportunidad de trabajar”. 

El principal inconveniente, a decir de Godoy es que “los destinos receptivos de la Patagonia tienen una condiciones sanitaria que les permite trabajar. Pero los mercados emisores de la Argentina están en una condición crítica y con restricciones para desplazarse”.