Este 2 de julio se cumple un año de un hecho que conmovió a la comunidad de El Calafate primero, y al país horas después. La desaparición, búsqueda y posterior hallazgo del cuerpo de Fabián Gutiérrez, el ex secretario presidencial de Cristina Fernández. 

Gutiérrez fue asesinado en su casa esa noche. Al día siguiente, sus familiares reportaron su desaparición, luego de localizar su celular en una obra en construcción. 

Ese mismo día la Policía detuvo a cuatro jóvenes y en la mañana del sábado 4 de julio, tras un intenso rastrillaje el cuerpo de Gutiérrez fue encontrado semienterrado en la esquina de un terreno ubicado en Aeropuerto Viejo.

Tres de los jóvenes fueron procesados por el Juez Carlos Narvarte y continúan detenidos: Facundo Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón, mientras que se declaró la falta de mérito de Agustín Zaeta, que recuperó su libertad días después del crimen. 

AHORA CALAFATE pudo saber que la semana pasada, Zaeta y Gómez se vieron las caras por primera vez desde el hecho. Actualmente comparten el lugar de detención, la Alcaida local. 

Hacia allí fue transferido Gómez, luego de pasar casi un año en un calabozo de la Comisaría Primera, donde también está alojado Monzón. Fuentes consultadas indicaron que el traslado motivó la queja formal de Facundo Zaeta, que dijo estar atemorizado por la presencia de Gómez. Su reclamo no fue atendido.  

Desde un primer momento, ambos se acusaron mutuamente los ideólogos y autores materiales del crimen de Fabián Gutiérrez. A través de un escrito hecho por sus abogados, Zaeta dijo que él solo había golpeado a la víctima solo para reducirlo y maniatarlo, siguiendo las instrucciones de Gómez.

Éste en cambio dijo que Zaeta los convenció de entrar a una casa que estaría desocupada y robar algunos objetos de valor. Y que al ingresar con Monzón por una ventana, se encontró con el cuerpo de Gutiérrez y una escena sangrienta, cuyo autor fue Zaeta, quien había ingresado antes a la vivienda.

En la etapa de careos Zaeta se negó a enfrentar su declaración con la de Gómez, por lo que tampoco pudieron verse frente a frente. 

Ahora comparten el lugar de detención y algunos espacios comunes, pero no tienen permitido hablarse, dijeron fuentes a por Ahora Calafate. Y agregaron que los primeros días fueron realmente tensos, aunque sin incidentes ni provocaciones.

Ambos, al igual que Monzón, están con procesamiento firme y permanecerán en prisión hasta que sea el juicio. En los próximos días se cumple un año del inicio de la instrucción, que es el plazo que tiene el juez para cerrarla y elevar al siguiente paso judicial que conduzca al juicio oral.