Muy cerca quedó la Selección Argentina de sumar su segunda estrella, haciendo los méritos suficientes para al menos forzar la prórroga en un duelo muy intenso y disputado. Pero esta vez en el balance de aciertos y errores, propios y ajenos, alguna jugada de dudosa sanción y otras sin nada que objetar, Portugal acabó imponiéndose por 2-1, levantando el trofeo de la Copa del Mundo por primera vez en su historia.

El primer tiempo vio a Argentina pasar sin sobresaltos los primeros cinco minutos de estudio, buscando atemperar el entusiasmo luso del arranque del partido. En ese inicio del juego la situación más clara la dispuso la Albiceleste tras un error de Bebe en la salida, que permitió una rápida combinación entre Cuzzolino, Borruto y Vaporaki que el propio arquero portugués acabó despejando.

En un trámite bastante cauteloso por parte de ambos, a partir del séptimo minuto los dos empezaron a generar chances. La Selección con un tiro libre de Cuzzolino y un posterior disparo al palo de Basile, mientras que Portugal tuvo a Tiago Brito exigiendo en un par de oportunidades a Sarmiento.

De todos modos, el encuentro enseguida retornó a esa meseta donde el cero lejos estaba de quebrarse. Sin embargo, a falta de 7:22 vendría una acción inesperada que acabaría por ser clave para que los portugueses destrabaran el partido.

Borruto le dio un puñetazo a Ricardinho y VAR mediante, los árbitros corroboraron el indubitable golpe del goleador argentino. La polémica quedó en si el jugador albiceleste había reaccionado a un puntapié del crack lusitano pero el reclamo del pedido soporte de video por el banco del seleccionado nacional pasó por un posterior golpe del ya amonestado André Coelho en el rostro de Leandro Cuzzolino, que no fue tal.

Ricardinho sacudió el palo en la primera ocasión en superioridad numérica, pero de inmediato Argentina ajustó la defensa y parecía superar el mal trago de la roja. Sin embargo, a falta de siete segundos para completar el quinteto, Pany dribló para desairar la marca del cerrojo albiceleste y con un disparo cruzado puso el 1-0 a los 14'31''.

El cierre de la etapa le dio una chance de estirar el resultado a los portugueses con Zicky rematando desviado abajo del arco tras gran maniobra individual de Afonso. La respuesta argentina pasó por una de Brandi, que el pívot no alcanzó a darle de lleno entrando por el segundo palo, y un tiro de media distancia de Cuzzolino que tapó Bebe.

El inicio del complemento no dio margen a ninguna especulación. Portugal en la figura de Erick se perdió en dos ocasiones el segundo. La primera, picándola ante el achique de Sarmiento, y luego el poste transformándose en aliado de los dirigidos de Lucuix. Luego con una jugada a partir de un tiro libre que

el arquero argentino rechazó. La reacción albiceleste pasaría por una serie de remates de tiro libre, donde Edelstein tuvo el espacio pero le faltó milímetros para acertarle al arco.

Con el trámite abierto y el resultado corto, Portugal le sacó provechó a un córner donde Pany la calzó de voleo para poner el 2-0, a los 7'34'', ratificando su enorme Mundial como máximo realizador de los ibéricos. No obstante, la diferencia no le duró nada al equipo de Jorge Braz porque Ángel Claudino aceleró y con un tremendo disparo (más un ligero desvío en el camino) puso el descuento tan sólo once segundos más tarde.

Argentina buscó sacar rédito del espaldarazo anímico del gol y empezó a merodear con peligro el arco de Bebe, que sostuvo la ventaja lusa con una serie de intervenciones, aunque siempre dando algún rebote de más. Allí la oportunidad más nítida de la igualdad la tuvo Edelstein apareciendo a la carrera a espaldas de la defensa rival, tras un rápido movimiento ofensivo en conjunto, pero al jugador de Hebraica le faltó puntería.

Encarando el tramo final del juego, la Selección planteó una formación de pura vocación de ataque con los zurdos Cuzzolino y Basile, Claudino para el uno versus uno y Brandi para fajarse con el apercibido André Coelho.

Portugal tuvo la oportunidad de ampliar pero Bruno Coelho no alcanzo a empujarla de taco en una salvada providencial de la valla argentina. De inmediato, Brandi generó la quinta infracción lusa con 4:51 por delante.

Poco tiempo después, Argentina metió a Taborda para el ataque de cinco. La Selección movió adecuadamente la pelota pero seguía sin poder embocar el tiro del final. El VAR en tanto dijo presente con un pedido de mano de Bruno Coelho en el área pero la dupla arbitral juzgó que el balón impactó efectivamente pero consideró el brazo de apoyo del jugador portugués (¿estaba completamente asegurada contra el piso?, para ingresar así en la eterna polémica.

Edelstein pasó a colocarse la casaca de arquero en los dos minutos de cierre, donde Claudino tuvo el mano a mano pero otra vez un inexpugnable y afortunado Bebe aparecía para evitar el empate. Con cincuenta segundos para concluir, llegó el “time out” de Lucuix para ensayar la última jugada. Allí la Diosa Fortuna se posó del lado luso devolviendo el remate casi sobre la chicharra de Basile para que Portugal grite campeón mundial por primera vez en su historia.

A pesar de la caída, el seleccionado argentino ratificó su jerarquía en un ciclo inolvidable que seguramente verá a muchos de sus referentes decir adiós, con un título mundial entre otros galardones y poniendo definitivamente a nuestro representativo en la mesa de las potencias: ¡¡Gracias eternas a todos!!

Patricio Knaudt, Charly Arias y Diego Provenzano (desde Kaunas, Lituania) - Pasión Futsal