Ilustración: ES MEJOR REÍR QUE LAMENTAR

“Es condición de la génesis de lo cómico que nos veamos impulsados a emplear, simultáneamente o en una rápida sucesión, para la misma función representativas, dos distintas formas de representación, entre las cuales se realiza luego la ʽcomparaciónʼ, de la que resulta la diferencia del gasto. Tales diferencias de gasto nacen entre lo extraño y lo propio, lo habitual y lo modificado, lo esperado y lo sucedido”. [2]

Sigmund Freud (1856-1939)

El estadista británico Winston Leonard Spencer Churchill, (1874–1965), gran orador y con extraordinario sentido del humor, numerosas veces hizo reír al público: “El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no sucedió”.

La risa, en su origen etimológico proviene del latín: ridere, teniendo en cuenta que también es el antecedente de ridículo.

Esta manifestación humana, que debería ejercitarse [3] más frecuentemente, puede ser una burla, como conducta generada, por ejemplo, por un chiste, la canalización de nerviosismo que no ha podido ser encausado de otra manera, etcétera.

También encontramos risas sin sentido como en algunas personas alcoholizadas, individuos con enfermedad mental, etcétera.

TAMBIÉN

Reírse de los peces de colores puede generarse cuando revivimos problemas solucionados o, al menos, encausados.

El que ríe último ríe mejor alude a la situación en la que luego de estar en desventaja se triunfa; en muchos procesos electorales hubo quienes festejaron antes de tiempo y luego tuvieron que aceptar la derrota. [4]

Reírse en la cara indica burla: “El gremio de Camioneros se nos ríe en la cara de todos, es indignante confirmar que esta mafia se maneja con total impunidad (…)”. [5]

Asimismo la encontramos como parte de una estrategia de comunicación: risas notoriamente realizadas ante un chiste expresado por una autoridad buscando empatía en un público que rinde pleitesía.

En Argentina se los denomina genérica y despectivamente aplaudidores que, por lo general, son empleados jerárquicos de más alto nivel que pujan por ser observados en tal situación. La obsecuencia es una de las más aberrantes acciones de las personas pues menoscaba la condición humana y que siempre tienen efectos negativos aunque en el Siglo XXI sigue muy generalizada.

La risa falsa de pleitesía denigra a quienes la llevan adelante y, por caso, a la política cuando ésta la tiene incorporada como un valor de lealtad.

Y recordemos a Desiderius Erasmus van Rotterdam (1466-1536) pues puntualizó que “Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos”.

[1] Expositor especialmente invitado en las “XVII Jornadas Nacionales de Trabajo Social”. Federación Argentina de Unidades Académicas de Trabajo Social y la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social. San Martín de Los Andes, Provincia del Neuquén, Argentina. (1993). 
[2] Freud, Sigmund. El chiste y su relación con lo inconsciente. Biblioteca Nueva. Tercera edición. Tomo I. Página 1166. Madrid, España. 1973.
[3] Para que el ser humano pueda reírse debe poner en funcionamiento varios músculos en forma coordinada lo que es un buen ejercicio gimnástico.
[4] Lidia Elsa Satragno (Pinky) (1935), popular periodista, presentadora televisiva y modelo de larga y prestigiosa trayectoria, festejó su triunfo electoral antes de la finalización del conteo de los votos cuando, sin antecedentes políticos, disputó la Intendencia de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina (Alianza, 1999) y en fue elegida diputada nacional por la efímera alianza Unión PRO (2007). Nunca más participó en política.
[5] Anónimo. Bertotto: “El Sindicato de Camioneros se nos ríe en la cara a todos los vecinos”. Diario Prensa. Página 6. Ushuaia, Provincia de Tierra del Fuego, Argentina. 16 de noviembre de 2016.

Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor.