CARTAS ORGÁNICAS: VIVIENDO DIGNAMENTE EN CIUDADES DIGNAS

En las ciudades donde esta en plena vigencia esta herramienta, ayuda a tener mejores ciudades con mejores habitats, aunque también es muy importante la participación y el seguimiento ciudadano. Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor.

Opinión 29/09/2021 Alejandro Rojo Vivot - Escritor
20200909 latas de cerveza abandonadas Ushuaia (1)

FOTO: ARV. BASURA URBANA. USHUAIA. 2020

“En una época de explosivos cambios –en que las vidas personales se ven desgarradas, el orden social existente se desmorona y una nueva y fantástica forma de vida comienza a asomar por el horizonte-, formular las más amplias preguntas acerca de nuestro futuro no es una simple cuestión de curiosidad intelectual. Es una cuestión de supervivencia.

Lo sepamos o no, la mayoría de nosotros estamos ya empeñados en resistir –o en crear- a la nueva civilización. La tercera ola nos ayudará, espero, a cada uno de nosotros, a elegir”, [1]

 

Alvin Toffler (1928-2016)

 

En gran parte, las comunidades son el resultado de la construcción democrática, participativa y equitativa de sus integrantes a lo largo de los años y en el presente que, seguramente, perdurará durante muchas varias décadas y más.

Desde luego que los miembros de los poderes públicos contribuyen, con sus luces y sombras, al fortalecimiento y desarrollo institucional.

En lo aquí expresado, poco o nada tienen que ver los líderes personalistas y autoritarios que, principalmente, pretenden perpetuarse, evitando el surgimiento de otros dirigentes cabalmente formados y de muy diversas orientaciones partidarias.

Al respecto es válido preguntarse ¿cuál es la nefasta alquimia para que unos pocos nombres se repitan por décadas en estrados preponderantes, incluyendo a sus familias u otros allegados?

¿Son únicos o exitosamente han defenestrado previamente a cualquier otro que quiso seguir sus caminos ya transitados?

Indudablemente, la perpetuidad en el poder es una mengua considerable institucional y política.

Y PASAN LAS DÉCADAS

Algunas ciudades progresan integralmente, inclusive encarando nuevos problemas como las consecuencias del crecimiento vegetativo y de las emigraciones que se establecen en busca de mejores condiciones de vida, el afincamiento de fábricas y el ambiente protegido; por caso una buena educación con las aulas abiertas para cumplir su irrenunciable cometido, es probable, que impacte en un mayor arraigo local como la atracción de más vecinos, dispuestos aportar conocimientos y experiencias, generando riquezas, diversidad cultural, etcétera.

Pero no siempre es así, por ejemplo, según lo apuntado en 2015 por Ángeles Castro Ángeles y Laurua Serra: “La mayoría de las villas se asienta en la zona sur de la Capital. El gobierno de Macri no sólo se propone urbanizarlas: la idea es ampliar la acción del Estado en la zona y profundizar un plan de urbanismo social para que haya una integración real entre la villa y el barrio que la rodea, dotando al lugar de infraestructura, transporte y espacios públicos.

Pero el problema de la vivienda en la Capital es mucho más complejo: las usurpaciones, las dificultades para acceder a la primera vivienda o bien para alquilar son algunas de las contrariedades que debe afrontar el ciudadano común”. [2]

ALGÚN DETALLE

Cabe recordar que “La Convención Americana sobre Derechos Humanos acordó, sin mencionar específicamente a la vivienda, que en forma progresiva “Los Estados Partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno como mediante la cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados”. [3]

Lo expresado en 1969 quedó absolutamente rezagado el cumplirse y en general continúa a agravándose, como en el caso argentino donde lleva años con muy altas tasas de inflación, baja en la productividad empresarial, altísimos y continuos cambios en las normas que dificultan significativamente la inversiones inclusive de capitales nacionales, degradación ambiental, acceso a la vivienda propia, disfrute de vacaciones, etcéteras.

LAS CARTAS ORGANÍCAS

Muy lejos de ser un simple juego de palabras o una frase hecha, el entorno juega un papel principal en, por lo menos, como las condiciones necesarias para el desarrollo de cada existencia humana en forma digna; desde luego que las interrelaciones justas y democráticas de los individuos inclusive de los visitantes, los más diversos grupos formales e informales, representantes y autoridades elegidas en procesos electorales, etcétera, también son factores principales en la construcción y sostenimiento de sociedades y ciudades dignas.

“El Municipio deberá priorizar el funcionamiento de los ecosistemas humanos y naturales mediante una regulación dinámica del ambiente, armonizando las interrelaciones de naturaleza -desarrollo- cultura en toda la jurisdicción municipal. Se declara de interés público la protección del medio ambiente, bosques autóctonos, fauna silvestre, cauce de arroyos, ríos y lagos, las fuentes hidrotermo-minerales, pudiéndose delimitar áreas de reserva y parques ecológicos, evitando la contaminación ambiental con sólidos, líquidos, gases ruidos, calor y demás contaminantes que degraden y afecten, directa o indirectamente la salud de la población. El Municipio actuará en los casos de emergencia ambiental, ecológica y propenderá a la formación de una conciencia colectiva de defensa y preservación del ambiente y de los recursos naturales”. [4]

POR LO TANTO

Es importante conocer los textos de las cartas orgánicas, difundirlos en forma integral y en aspectos específicos alentando a su cumplimiento buscando incidir directamente en la calidad de vida.

Las estrategias variarán como, por caso, 1) mediante la distribución de ejemplares en forma impresa y electrónica, 2) realizando acciones proactivas en grupos conformados como fieles asiduos a un templo determinado, integrantes de organizaciones barriales, empleados de comercios, periodistas, etcétera.

En las ciudades que carecen de cartas orgánicas y están habilitadas constitucionalmente a poseerlas: Provincia de Tucumán, Provincia de Santa Cruz, etcétera, promoviendo reflexiones atinentes, explicitaciones previas al respecto de los candidatos a concejales, etcétera.

El desentendimiento ciudadano es un buen camino individual y colectivo para rápidamente arribar a instancias en donde surgirá la pregunta ¿cómo hicimos para estar tan mal en tan poco tiempo?


 
[1] Toffler, Alvin. La tercera ola. Plaza & Janes Editores. Quinta edición. Barcelona, España. Mayo de 1989. 
[2] Castro, Ángeles y Serra, Laura. Vivienda: una pesada herencia que Macri le deja al próximo gobierno de la ciudad. La Nación. Buenos Aires, Argentina. 14 de abril de 2015.
[3] Convención Americana sobre Derechos Humanos. Pacto de San José de Costa Rica. Artículo 26°; Derechos económicos, sociales y culturales. 22 de noviembre de 1969.
[4] Convención Constituyente. Carta Orgánica. Artículo 128°. Río Hondo, Santiago del Estero, Argentina. 8 de abril de 1992.

Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor

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