APUNTES CIUDADANOS: UN SER HUMANO CABAL

“Todo esfuerzo que no es sostenido se pierde”. (2)

Gabriela Mistral (1889-1957)

Recordando que “Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias”. (3)
En tal sentido, es oportuno reflexionar y debatir con frecuencia con respecto a la eficiencia del quehacer tanto en la difusión como el efectivo cumplimiento en cada uno más allá de cualquier contingencia individual y social.
Las perspectivas sesgadas encaminadas a cuestiones restringidas, incluyendo las muy graves, limitan la comprensión cabal de la población en su conjunto sobre el sistema de derechos humanos y su aplicación cotidiana.
Es imposible la generalización del cumplimiento cabal de los derechos humanos sea el resultado del quehacer de unos contra otros: “No es posible trazar una línea rígida y definitiva entre el motivo ‘suficiente’ y el ‘insuficiente’. Por esta razón no podemos estar seguros, en todos los casos, de saber si nos vemos abocados a un caso de prejuicio o no. Sin embargo, no puede negarse que a menudo nos formamos juicios en base a probabilidades es escasas, y aun inexistentes.
El establecimiento excesivo de categorías es quizá la trampa más frecuente en que cae la razón humana. (…)
Existe una base natural para esta tendencia. La vida es tan corta, y la exigencia de adaptaciones prácticas tan grande, que no podemos permitir que nuestra ignorancia nos detenga en nuestros asuntos cotidianos. Tenemos que decidir si los objetos son buenos o males por clases. No podemos tomar en consideración cada uno de los objetos del mundo. Tienen que bastarnos los rubros amplios y cómodos, por más groseros y aproximados que sean.
No toda generalización excesiva es un prejuicio. Algunas son simplemente concepciones erróneas, en las que organizamos una información inadecuada”. (4)
Al respecto, al menos, es necesario desbrozar atentamente y a fondo las frecuentes expresiones altisonantes de buenas intenciones reiteradas como frases hechas sin más fundamentos ni información relevante.
Además, con cierta frecuencia, las acciones sesgadas en algún sentido poco logran pues, casi siempre, repiten el dejar de lado a una parte significativa de la sociedad invocando que se hace por la igualdad que sin duda está menguada y menoscabada.
También por caso, en instancias democráticas como los debates parlamentarios las falaces posturas unicausales o dicotómicas de fenómenos complejos como lo son los prejuicios y el inconducente lenguaje predominantemente bélico: guerra, batalla, pelea, enemigos, falsas noticias (fake news) como armas en las conflagraciones, etcétera.
Los científicos sociales hace mucho han demostrado que es inteligente que a los prejuicios y las aberrantes consecuencias se las aborde integrando y nunca generando abismales grietas. Y sobre todo coherencia.
Que cada quién se ponga el sayo que le quepa.
Al respecto es oportuno recordar que: “Liderar es, primero, tener una lectura de que la Historia va en movimiento y que podés intervenir en su curso y persuadir a otros a que te acompañen en esa aventura. Ese sueño, además, puede ser colectivo, con lo cual necesitás entender bien al otro, prestarle atención a sus tiempos y tener la capacidad de imaginación, explicación y persuasión como para que tu sueño se convierta en el sueño de varios”. (5)

UN APORTE FUNDAMENTAL
En contexto de guerra, con millones de pobres, enfermedades desatendidas, alto y constante desempleo, migraciones forzadas en busca de mejores oportunidades de vida, poblaciones perseguidas y desplazadas, epidemias, etcétera, es ingente la cantidad de personas que, sin autoproclamarse únicas y superiores y que están más allá de la Justicia, etcétera, diariamente aportan con su capacidad y esfuerzo a procesos acotados y a los universales; sin discursos altisonantes, a los gritos y con algún dedo o un puño levantado
La célebre polaca Marya Sklodowska (1867-1934) con su trabajo científico eficientemente realizado, asociándose con amplitud de criterio, en dos oportunidades obtuvo el relevante Premio Nobel (1903 y 1911) por sus contribuciones a la humanidad que siguen vigente en el siglo XXI.
Su vida no le fue fácil y ante cada fracaso volvió a insistir perseverantemente. Muchas veces sus recorridos le fueron más difíciles ante los muy generalizados estereotipos machistas, los egoísmos de los individualistas perpetuados en el poder inclusive en los más mezquinos artilugios como el amañamiento de normas legales según intereses personales.
Fue extraordinariamente innovadora, donde el esfuerzo propio fue siempre su premisa y base de su prestigio; jamás ocupó un cargo sin que mediara un concurso público.
Bastantes veces fracasó al postularse pero lejos estuvo alguna vez en considerarse proscripta o víctima de difusos conspiradores en las sombras o a plena luz; inclusive cuando gracias a la libertad de prensa hubo quienes la denostaron en ciertos medios de comunicación social.
Trabajó para que centenares de sus discípulos conocieran, estudiaran y practicaran para a su vez, oportunamente la emularan y, llegado el caso, la superaran, expandiendo generosamente su acervo personal, a la manera de los infrecuentes estadistas tan distintos a los que practican el caudillaje que se van diluyendo en algún momento como caricaturas de sí mismos.
Además, con sus numerosos e innovadores escritos publicados fue siempre transparente propiciando la reflexión y el debate, muy lejos del pensamiento único o intentado avasallar a los con ideas y experiencias distintas mediante vayamos por todo.
Jamás mintió, agredió ni se burló desde un estrado.
Nunca se quedó empantanada en el tiempo ni en posturas superadas por sus propios fracasos o los avances de los tiempos.
Sus personales ingresos económicos fueron erráticos, muchas veces precarios, pero siempre pudo dar cuenta del origen de cada uno de sus centavos; ninguno de sus colaboradores acumuló ingentes riquezas ni hizo espurios acuerdos comerciales con sus colegas, ni tuvo prestanombres multimillonarios que tampoco justificaban sus patrimonios.
Marya Sklodowska, superando muchas dificultades y arbitrariedades fue una mujer cabal que aportó efectivamente a toda la humanidad que en el Siglo XXI continúa siendo, al menos, un espejo donde mirarse.
También se lo conoció respetuosamente como Madame (6) Curie. (7)

NOTAS Y REFERENCIAS
1) Alejandro Rojo Vivot en diez oportunidades trabajó en Perú invitado por entidades locales con financiamiento internacional.
2) Lucía Godoy Alcayaga. Pedagoga, diplomática y poeta chilena. Premio Nobel de Literatura (1945).
3) Asamblea General, Naciones Unidas. Declaración Universal de Derechos Humanos. Preámbulo. Resolución 217 A III. París, Francia. 10 de diciembre de 1948.
4) Allport, Gordon W. La naturaleza del prejuicio. EUDEBA. Tercera edición. Página 23. Buenos Aires, Argentina. Noviembre de 1968.
5) Pagni, Carlos. Entrevista de Emmanuel Ferrario. Carlos Pagni habló de las crisis de liderazgo en la Argentina: “El problema es no entender que puede haber otro líder legítimo”. La Nación. Buenos Aires, 18 de febrero de 2023.
6) Francés antiguo: ma dame. Término que denota respeto.
7) Halperín Donghi, Leticia. Los Curie. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, Argentina. 1971.

Por Alejandro Rojo Vivot - Escritor